domingo, 7 de febrero de 2010

CON DIEZ RELOJES POR BANDA

Un modelo predispuesto a salir bien saldrá bien o será culpa del fotógrafo. En una comida en casa con mis amigos del trabajo, avisé que les pondría frente a la cámara uno a uno, y que se trajeran un objeto que les identificara o que simplemente les gustara. (Amigos, sois unos santos y os lo agradezco ). Antonio, coleccionista de relojes, se parcheó el ojo con uno de ellos, sacó su mejor sonrisa y ...acabamos en dos segundos. Impresionante. De aquel día tengo otros buenos retratos que ya saldrán más adelante. Ayudarse con objetos  en los retratos crea un ambiente más distentido en las sesiones, ayuda al retratado a relajarse (en este caso no hizo falta ), y en general, da pie a transmitir una idea de aquello que le gusta al retratado. Defecto: Coloreé el reloj y me salí con el relleno, coloreando también la piel. Ya lo arreglaré en cuanto encuentre el archivo original.

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